Por saber de ti

Por: César Ortiz Albaladejo
@cesarortiz
Todavía me queda mucho por saber de ti.
Adivinar el tacto de tus huesos, o el olor de tus caricias.
O, por ejemplo, si eres de las que te muerdes las uñas antes de que te den la nota de tu último examen.
Si tienes esa sonrisa porque alguna vez te has enamorado, o porque nunca lo has estado, y entonces no sabes de vacíos, de puntos y aparte, y simplemente te sientes libre.
Si alguna vez, como quien se queda atrapado en un ascensor, te han roto el corazón a golpes, y no has tenido ni un sólo agujero para ventilar tu ansiedad.
Todavía me queda por saber si, una noche cualquiera, te despierto y te digo que subas a bailar conmigo a la azotea, y tú, no me preguntes por qué, y supieras simplemente que a veces necesito hacer cosas estúpidas para comprender este mundo loco.
Necesito saber si eres de las que me cuidarás cuando finja estar más resfriado de lo que estoy, o si al acostarme me darás un beso en la frente, de esos que asustan a los miedos.
Que me digas que no me haces la comida, que yo tengo dos manos para hacerla igual que tú.
Que me folles por la noche y me hagas el amor por la mañana.
Que desayune tu sonrisa y almuerce tus lágrimas cuando tengas ganas de llorar.
Esas son sólo unas de las tantas cosas que aún me quedan por saber de ti.