Leyendo ahora
¿QUÉ BUSCO Y DÓNDE LO BUSCO?

¿QUÉ BUSCO Y DÓNDE LO BUSCO?

Padre Luis Matos C.B.

perematos@yahoo.fr

Hemos tenido la ocasión, en números precedentes, de hablar del amor, que para ser auténtico y conducir a una verdadera plenitud de vida, se necesita ir a la par con la verdad. Hoy se nos invita a precisar qué busco y dónde lo busco.

Sin duda, en este mundo actual tan ruidoso y con exigencias tan numerosas y variadas, necesitamos espacios de silencio para escuchar la voz de nuestro yo más auténtico y verdadero, de ese yo que por naturaleza y creación aspira a encontrar al Dios que lo creó a su imagen y semejanza, como testimonia un gran filósofo y teólogo, San Agustín:

“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.

Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.

Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti.”
(Confesiones de San Agustín)

Haciendo eco a este texto de San Agustín, un testimonio anónimo nos comparte: <<San Agustín, desató en mi vida un cambio profundo, tan es así que podría decir que soy otra persona. Fue fundamental leer “Tarde te amé” en un momento de mi vida en el que estaba perdido y buscando algo que me llenara y que podría decir que el resultado que obtenía era que me vaciaba y cuando estuve muy lleno de cosas materiales y éxito superficial…tuve el peor de los pensamientos desde que tengo memoria. Sin embargo, con esta simple frase vuelvo a buscar la paz en mi interior, ya no más en el exterior.” ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.” ¡Gracias por haber existido San Agustín…gracias!>>

 

 

COPYRIGHT 2020 LUVAN MAGAZINE. ALL RIGHTS RESERVED.

Scroll To Top