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Receta Jericalla: El postre tapatío

Receta Jericalla: El postre tapatío

Receta

Jericalla: El postre tapatío

A lo largo de los años la gastronomía se ha visto envuelta en muchos cambios. Las cocinas tienen su estilo y sabor dependiendo del país, cultura, costumbres y hasta su gente, pero lo que es un hecho es que todas tienen algo en común y es que con el paso del tiempo se han visto envueltas en mitos y realidades, de los que nosotros tomamos lo que nos sirve y dejamos pasar lo que creemos que es irrelevante.

Por ejemplo las famosas pastas provenientes de Italia nos dicen que la mejor manera de cocinarla es agua y sal (realidad) y que esto es para que nos quede perfecta, cuando por lo general se acostumbra a creer que es necesario agregar aceite, pimienta  y demás condimentos innecesarios para su cocción ya que toma mejor sabor (mito), o también nuestro muy mexicano mole, el cual se puede llegar a cortar al momento de cocerlo con la creencia que esto sucede si se menea en sentido contrario a las manecillas del reloj siendo este un mito, ya que la realidad es que debemos moverlo siempre al mismo sentido para encapsular adecuadamente el aire. Otro mito muy sonado es que si cocinamos chile cuando estamosenojados queda más picoso, cuando la realidad, es que las emociones o estado de ánimo de una persona claro que puede afectar el sabor final del platillo, ya sea para terminar con algo exquisito o algo no muy agradable al paladar.

Pero no solo en la forma de cocinar se puede dar de qué hablar, sino también en la historia de algunos platillos o sus ingredientes, por ejemplo, la carne de cerdo es de las favoritas de muchas personas pero se cree que es alta en grasa, dañina al corazón y hasta puede causar infecciones (mitos) pero en realidad es una carne muy fácil de digerir, se puede consumir y agregar a nuestro menú semanal sin problema y es un ingrediente donde cada parte se aprovecha al máximo para un sinfín de platillos como la cochinita pibil, taquitos de lengua, un delicioso chicharrón prensado y muchísimos más.

Ahora demos un giro hacia lo dulce, por qué no hablar de nuestros postres, pues vaya que hay mucho por contar. Uno de ellos son las deliciosas jericallas, un gran mito sobre ellas es que son de origen español ya que la monja que la creó era de Jerica un municipio enValencia, España, pero este postre es de origen totalmente tapatío, fue creado en el Hospicio Cabañas y es ahora hasta una golosina reconocida a nivel mundial. Y para probar de lo que estamos hablando,hagamos esta sabrosa receta.

 

 

 

 

 

 

Ingredientes:

2 cucharadas de extracto de vainilla
1 litro de leche
1 taza de azúcar
rajitas de canela
8 huevos

 

 

 

Procedimiento:

Precalentaremos el horno a 180 grados centígrados.

En una olla antiadherente, hacemos hervir la leche, la canela y el extracto de vainilla.

Para continuar, agregaremos la taza de azúcar, revolveremos todo y dejaremos que la mezcla rompa a hervor.

Una vez que la leche haya comenzado a hervir, la sacaremos de fuego y la dejaremos reposar al tiempo (o a temperatura ambiente), para que se enfríe un poco.

Mientras, verteremos los huevos en un recipiente y los batiremos. Luego, agregaremos a esta mezcla unas cuantas cucharadas de leche tibia. Lo haremos sin parar de mezclar, y las iremos incorporando una a una. La idea es que la mezcla se integre muy bien, sin riesgo de que los huevos se cocinen como consecuencia del calor restante. Con unas 7 u 8 cucharadas de leche será suficiente.

Cuando hayamos obtenido una mezcla uniforme, la incorporaremos a la olla con leche. Haremos esto batiendo vigorosamente hasta que todos los ingredientes estén totalmente integrados. Lo siguiente será repartir la preparación en moldes individuales. En este punto, retiraremos las rajas de canela.

Para meter estos moldes al horno, primero prepararemos un gran recipiente con agua, y entonces pondremos nuestras pequeñas jericallas a baño María.

Colocaremos el recipiente completo en el horno precalentado. El tiempo de cocción puede variar dependiendo de la potencia de cada horno. En principio, hablamos de alrededor de 45 minutos, pero lo más importante es que las jericallas queden cuajadas. Si pasado este tiempo, todavía les falta cocción, habrá que dejarlas un poco más. Si quieres dorar la superficie de las jericallas, sube la rejilla del horno hasta el nivel más alto posible y déjalas cocinar ahí alrededor de 10 minutos más, aumentando la temperatura a 200 grados.

Y listo, ¡a degustar!

CHEF DIANA BONILLA JONES

LUXO BANQUETES @LUXOBANQUETES

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