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LA ALIMENTACIÓN Y EL SKINCARE TIENEN TODO QUE VER

LA ALIMENTACIÓN Y EL SKINCARE TIENEN TODO QUE VER

LA ALIMENTACIÓN Y EL SKINCARE TIENEN TODO QUE VER

 

La piel es el reflejo del interior y para cuidarla es vital cuidar la alimentación y mantener un equilibrio saludable.

 

México, a 14 de nov de 2023.- Escuchar al cuerpo es la primera lección por aprender, una piel bonita y luminosa es el reflejo de cómo se encuentra el cuerpo por dentro. Por ese motivo, los hábitos de alimentación son básicos, todo lo que llevamos a nuestro organismo a través de la boca aporta algo, ya sean nutrientes, vitaminas, azúcares, grasas o simplemente felicidad; que también es sumamente importante mantener en equilibrio. No hay que satanizar alimentos, ni tampoco es necesario llevar una alimentación aburrida. Ecoh cuenta con un programa especializado y, por supuesto, completamente personalizado; enfocado en el skin care y en cómo transformar la piel a una mucho más sana y linda desde dentro, a través de una relación ideal con los alimentos

 

La alimentación y las afecciones de la piel son un tema bastante complejo. Sin embargo, llevar una alimentación adecuada, variada y saludable, ayuda a mejorar ciertas afecciones o sintomatología en la piel. Cuando hablamos de las afecciones en la piel, el balance hormonal tiene mucho que ver, el cual también se puede regular a partir de una buena alimentación.

 

La piel nos habla, es el mejor consejero para conocer nuestro estado de salud; cada cuerpo es maravillosamente único, con necesidades según su estado de salud y objetivos específicos. Algunas de las aflicciones a las cuales la piel se puede enfrentar son completamente tratables a través de una alimentación personalizada y sana, lo cual no debe ser sinónimo de aburrido o desagradable.

 

Con Ecoh, es importante conocer algunas de estas afecciones y cómo se reflejan, para iniciar con el programa ideal.

 

Psoriasis

Es una enfermedad inflamatoria crónica en la que las células de la piel se regeneran demasiado rápido y forman parches gruesos, rojos y escamosos. Generalmente aparecen lesiones rojas y secas con escamas plateadas o blancas. Pueden aparecer en: codos, rodillas, cuero cabelludo, rostro, manos y pies.

 

Se cree que la psoriasis es causada por una respuesta inmune excesiva, el desarrollo de la psoriasis incluye una combinación de componentes genéticos, ambientales y psicológicos.

 

Algunos estudios dicen que las hormonas participan totalmente en esta afección, por ejemplo; el estrógeno tiene efectos antiinflamatorios y puede mejorar los síntomas de la psoriasis, mientras que los andrógenos podrían estar relacionados con un aumento de la inflamación y por ende, empeorar los síntomas. Estas hormonas se pueden nivelar a través de la alimentación.

 

Las personas con psoriasis deben consumir una menor cantidad de alimentos como el aceite de oliva, frutas, pescado, nueces y cereales integrales. Una dieta hipocalórica en personas con sobrepeso u obesidad con psoriasis o una alimentación sin gluten en personas con sensibilidad al gluten es la más prometedora para ayudar a reducir los síntomas de la psoriasis.

 

Urticaria

También conocida como salpullido o ronchas, puede ser aguda o crónica. La urticaria aguda suele ser el resultado de la exposición a algo que causa alergia o una infección. Esta dura menos de seis semanas, mientras que la urticaria crónica dura más y parece estar relacionada con un mal funcionamiento del sistema inmune.

 

Los síntomas de la urticaria se caracterizan por una roncha central que puede variar respecto al tamaño, casi siempre enrojecida y en ocasiones con sensación de ardor; puede durar entre 30min y 24h.

 

Las hormonas pueden afectar en la urticaria en algunos individuos, especialmente en mujeres, ya que ellas pueden notar que sus síntomas empeoran en ciertos momentos del ciclo menstrual. También pueden desarrollar urticaria durante el embarazo, debido a los cambios hormonales que ocurren en ese período.

 

La urticaria puede derivarse también por reacción alérgica a ciertos alimentos comunes, por ejemplo: cacahuate, gluten, mariscos, soya o lácteos. Ciertos alimentos como tomates, hierbas, mariscos, alcohol y aditivos alimentarios, entre otros, pueden empeorar el cuadro en algunos pacientes.

 

La relación entre la urticaria y la dieta es compleja y varía de persona a persona. En algunos casos, ciertos alimentos o aditivos alimentarios pueden desencadenar los síntomas de la urticaria, especialmente en aquellos con urticaria crónica. Sin embargo, esto no es aplicable a todas las personas con urticaria.

 

En algunos casos, las personas con urticaria crónica pueden recurrir a una alimentación de eliminación. Este proceso implica eliminar ciertos alimentos sospechosos de desencadenar la urticaria durante un período de tiempo y luego re-introducirlos gradualmente para observar cualquier reacción. Es importante hacer esto bajo la supervisión de un profesional de la salud para asegurar una alimentación equilibrada y evitar deficiencias nutricionales.

 

Rosácea

Es una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel, que afecta principalmente las mejillas, la nariz, el mentón y la frente. También puede afectar a los ojos o párpados, provocando resequedad, ardor, picazón, enrojecimiento, sensibilidad a la luz, incluso inflamación en la córnea. Dentro de sus síntomas se encuentran el enrojecimiento, vasos sanguíneos inflamados visibles y pequeñas pápulas y pústulas inflamadas en la piel de la cara, como pequeños barritos que pueden estar acompañadas por sensación de ardor o escozor; estos pueden ser persistentes o transitorios.

 

Aunque las hormonas pueden participar en algunas condiciones de la piel, la relación específica entre las hormonas y la rosácea no está completamente clara y puede variar de una persona a otra.

 

Lo que es importante tomar en cuenta, es que ciertos alimentos desencadenan brotes de síntomas de rosácea. Como por ejemplo: alimentos picantes, carnes marinadas, ciertas frutas y verduras como el aguacate, plátano, tomates, frutas cítricas y queso. Algunos investigadores explican que estos efectos pueden deberse a ciertos compuestos de estos alimentos, como la histamina, la capsaicina y el cinamaldehído.

 

Eczema o Dermatitis Atópica

La dermatitis atópica o eczema, es una afección cutánea muy común. “Atópico” se refiere a una mayor sensibilidad hacia los alérgenos, es decir que quienes la padecen tienden a tener más alergia; lo que lleva a reacciones inmunes frecuentes y excesivas que inflaman e irritan la piel, lo que sería una “dermatitis”.

 

Son lesiones en la piel, rojas e inflamadas, que pueden darse en muchas partes del cuerpo. Las lesiones son secas y a menudo pican, se hinchan, supuran, forman costras y con el tiempo pueden volverse gruesas. También son comunes los síntomas psicológicos como depresión, ansiedad e insomnio.

 

El eczema es crónico, por lo que puede llevar algún tiempo estar seguro de que las lesiones se deben a esta afección y no a otra causa como una infección, una reacción alérgica aguda o transitoria, o la exposición a sustancias químicas nocivas.

 

La dermatitis atópica que a menudo se desarrolla en la infancia puede persistir en la edad adulta. Sus síntomas pueden verse afectados por cambios hormonales. Por ejemplo, algunas mujeres notan un empeoramiento de los síntomas durante ciertas etapas hormonales, como el embarazo o durante el ciclo menstrual. También se ha observado que las hormonas, como los estrógenos, pueden tener un efecto sobre la piel y pueden influir en la aparición y gravedad de la dermatitis atópica.

 

Las alergias a ciertos alimentos también pueden causar o empeorar la dermatitis. Las alergias alimentarias más comunes incluyen: maní, leche de vaca, soja, mariscos, trigo y nueces. Además, la enfermedad celíaca en algunas personas, puede manifestarse como dermatitis herpetiforme (DH). Las personas con DH desarrollan erupciones con ampollas después de consumir alimentos que contienen gluten.

 

En niños, el uso de fórmula infantil con proteína de suero parcialmente hidrolizada puede reducir el riesgo de eczema en el futuro. Además, niveles suficientes de vitamina D, zinc y selenio ayudan a minimizarlo.

 

Acné

Es una afección inflamatoria y crónica de la piel, que afecta principalmente a los adolescentes, aunque los adultos también pueden verse afectados. Se caracteriza por lesiones en la piel, como pápulas, pústulas, puntos blancos y negros, que se producen cuando la grasa y las células muertas de la piel obstruyen los folículos pilosos, que se inflaman.

 

Los puntos blancos en realidad son poros cerrados y tapados; y los puntos negros son poros abiertos tapados. Estos aparentan negrura debido a la melanina oxidada, o bien, también puede haber pápulas, que son protuberancias rojas.

 

Se ha demostrado que los siguientes factores nutricionales tienen al menos cierto impacto en el empeoramiento de los síntomas del acné:

  • Productos lácteos: leche, yogur, helado, queso.
  • Proteína de suero o proteína de cafeína.
  • Alimentos hiperglucémicos o de alto índice glucémico: azúcar, dulces, pasta, pan y refrescos.
  • Grasas saturadas y trans: mantequilla, nata, frituras.
  • Sal (cloruro de sodio).

 

Algunas recomendaciones de las expertas de ECOH :

 

  • Elegir carbohidratos de alta calidad y con alto contenido de fibra, en lugar de eliminarlos de la alimentación; ya que los alimentos ricos en fibra y granos enteros pueden ayudar a regular los niveles de estrógeno en el cuerpo, al mejorar la eliminación de hormonas a través de las heces. No se trata de eliminar los carbohidratos de la vida porque no es saludable, ni sostenible, se trata de consumirlos en la cantidad adecuada según las necesidades y preferencias.
  • Aportar al organismo la variedad y cantidad de nutrientes necesarios, como grasas, proteínas, vitaminas y minerales.
  • Seguir una alimentación antiinflamatoria, es decir, alimentos que combatan la inflamación. Esto incluye frutas como bayas, frutas cítricas y verduras frescas, pescado graso (como el salmón y el atún), nueces, semillas y aceite de oliva.
  • Si se limita la ingesta de lácteos, es importante asegurarse de obtener suficiente calcio y vitamina D de otras fuentes; como vegetales de hojas verdes, sardinas enlatadas, almendras y alimentos fortificados con calcio y vitamina D, así como alimentos ricos en hierro.
  • Si se sospecha que ciertos alimentos pueden estar relacionados con la enfermedad, una gran idea es llevar un diario alimentario para registrar los síntomas que se experimenta. Esto puede ayudar a identificar patrones y posibles desencadenantes alimentarios.

 

Llevar una alimentación variada y balanceada mantendrá una salud óptima y sin duda esto se verá reflejado en la apariencia de la piel.

 

AUTOR: ECOH

WEB: https://www.ecohweb.com/

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