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Cómo mejorar la actitud en los equipos de trabajo frente al calor.

Cómo mejorar la actitud en los equipos de trabajo frente al calor.

Cómo mejorar la actitud en los equipos de trabajo frente al calor.

¿Te has dado cuenta de que, con la actitud equivocada, la actividad de nuestros equipos puede transformarse en una serie de esfuerzos poco productivos, en pérdida de tiempo y recursos y, sobre todo, en un fuerte desgaste emocional?

La actitud es un tema fundamental para el trabajo en equipo, sin embargo, en ocasiones se deja de lado porque no siempre sabemos cómo gestionarla. Si estás interesado en mejorar la actitud de tus equipos de trabajo, te invito a seguir leyendo para conocer Las 5 cosas que arruinan la actitud en los equipos de trabajo, y qué hacer para remediarlo.

  1. Exceso de control

El tema de control y su relación con la actitud amerita un artículo completo, pero por lo pronto, lo menciono de manera sencilla: “entre más control, menos actitud”; el control excesivo puede impedir que los miembros del equipo descubran el propósito de lo que están haciendo; cuando las personas sienten que no tienen dominio sobre su trabajo (en especial cuando alguien más lo controla) se incrementa el estrés y la actitud productiva sale volando por la ventana.

¿Qué hacer si soy controlador? ¿Y qué hacer cuando se incrementa en tiempos de calor?

Si te preguntas ¿cuál es la cantidad recomendable de control? La respuesta es muy sencilla: “el mínimo necesario”. Una estrategia que puedes usar es controlar el QUÉ, pero NO el CÓMO (a esto lo llamo estandarización desestandarizada), al flexibilizar la manera de hacer las cosas, das oportunidad de que surjan la creatividad y las aportaciones, de que el colaborador se apropie de la actividad e, incluso, mejoren los resultados. Otra recomendación es cambiar la “actitud controladora” por una “actitud de coordinar”, “actitud de articular” o “actitud de facilitador de procesos”..

  1. Monotonía

Primero lo primero, no es lo mismo rutina que monotonía, la rutina (hacer las cosas como acostumbramos, a veces con cierto grado de automaticidad) nos puede dar una sensación de estabilidad y confianza (claro está que también se vale cambiar la rutina), en cambio, la monotonía (falta de variedad) es un “enemigo silencioso” de la actitud en los equipos de trabajo, incluso cuando realizas actividades motivacionales (imagina: siempre lo mismo, los mismos días, a la misma hora…), por buenas que sean, terminan hartándote. En estas circunstancias y por más interesante que sea la actividad es muy probable que se pierda la motivación, lo cual afectará la “autopercepción” de los miembros de tu equipo, afectando así a su actitud (la motivación y la autopercepción son 2 de los 6 componentes de la actitud).

¿Qué hacer si la monotonía está presente?

Para salir de la monotonía busca (e invita a buscar) formas diferentes de hacer las cosas, desde llevar a cabo días temáticos en el trabajo, hasta usar la gamificación y aplicar el reconocimiento espontáneo planeado; te sorprenderás si pides propuestas a tu equipo.

  1. Despersonalización

Si los miembros de tu equipo sienten que son “algo, en lugar de alguien” en tu empresa o equipo de trabajo, si dicen “el trabajo” en lugar de “mi trabajo”, “los compañeros” en lugar de llamarlos por su nombre, pueden ser señales de despersonalización (lo contrario del engagement); así como la personalización es una de las propuestas para favorecer el apropiamiento de las actividades y el sentirse parte del equipo, despersonalizar hará que los miembros de tu equipo no sientan involucramiento alguno hacia la actividad o situación en la que se encuentren, teniendo así una actitud poco favorable, neutral o incluso despectiva.

¿Qué hacer si existe despersonalización en mi equipo?

Si en tu equipo de trabajo hay signos de despersonalización, presta atención también a las personas, no solo a los procesos o los KPI’s, ayuda a los miembros de tu equipo a descubrir cómo se relaciona con cada uno durante la actividad que realizan y el impacto positivo de lo que hacen (puede ser que necesites empezar por ti).

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  1. Imposición

La imposición genera resistencia y afecta la autopercepción, apagando la actitud productiva.

Si las palabras “tienen que…”, “obligatorio”, “prohibido”, etcétera. son expresiones comunes en tu vocabulario, o escuchas a menudo a tus colaboradores decir “tengo que…”, pueden ser señales de que se recurre a la imposición.

¿Qué hacer si en mi equipo reina la imposición?

En muchos casos basta con cambiar la forma de decir las cosas, pedirlas haciendo hincapié en los beneficios en lugar de exigirlas. Al exigir algo, mermamos la motivación para hacer las cosas y, si se hace de manera constante, esto derivará en una actitud reductiva.

  1. Enfoque negativo

Si solemos tener la mente “en modo automático”, en cada suceso o en cada interacción con los integrantes de nuestro equipo encontraremos principal o únicamente lo que nos desagrada o sus defectos; con el tiempo esto influirá negativamente en nuestra predisposición (uno de los componentes de la actitud) hacia esa persona o situación, afectando a su vez nuestra actitud. Lo negativo y lo desagradable salen a relucir primero, sin esfuerzo, es un mecanismo de supervivencia, primero vemos la manzana podrida para no intoxicarnos.

¿Qué hacer si predomina el enfoque negativo?

Afortunadamente podemos “entrenar” a nuestra mente para que busque lo que queremos encontrar. “Las cosas buenas y agradables hay que buscarlas conscientemente”, a esto lo llamo La ley del zapato rojo (en referencia a que no sabrás cuántos zapatos de ese color has visto, hasta que te fijes en ello), te recomiendo aplicarla e invitar a los miembros de tu equipo a que hagan lo mismo.

Estas 5 formas de arruinar la actitud no son las únicas ni las más importantes, pero son las que encuentro con más frecuencia en mis consultorías y las que más me mencionan en las conversaciones antes de mis conferencias, sin embargo “cada persona es un mundo” por lo que te invito a:

Más que autocriticarte, analizar sinceramente si alguna o varias de estas cosas que arruinan la actitud son parte de tu forma de gestionar equipos.

Preguntarte ¿qué otras cosas, que no están en esta lista, estoy haciendo y afectan la actitud de mi equipo? ¡Te invito a escribirme y platicarme tu descubrimiento! (prometo leerte y responderte).

Si varias de estas cosas están presentes en tu forma de liderar, realiza un plan de trabajo para cambiarlas (con fechas y actividades), enfocándote en una a la vez.

Tener presente que en este proceso de mejora habrá avances, aunque también puede haber retrocesos “nadie es perfecto”, pero somos perfectibles ¡sigue adelante!

Imaginar cómo mejorará tu actitud y la de tu equipo cuando hayas logrado este cambio.

¿Qué hacer si estos Arruinadores de la Actitud están presentes en alguno (s) de los miembros de mi equipo?

Predica con el ejemplo y, así como te ayudaste, ayuda a otros a superarlo .

 

“La Actitud puede hacer mucho por tus equipos de trabajo, ¿qué estás haciendo tú por ella?

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