Fantasías y sueños en la cama

Por: Juan Alberto Hernández Padilla
A diferencia de otras circunstancias en nuestro desarrollo, las fantasías en el campo erótico y sexual, forman parte de nuestra vida desde nuestra adolescencia, y nos acompañarán prácticamente hasta el final de nuestros días. Podemos utilizarlas y generarlas en cualquier lugar y horario, incluso cuando hay tráfico o estamos haciendo alguna fila, lo cual favorece que aún en circunstancias diversas podamos disfrutarlas.
En muchas ocasiones, pensamos que el fantasear o tener sueños en la cama, son una cuestión de ocio; que necesitamos aprovechar nuestro tiempo de mejor manera, sin embargo, estos sueños con los ojos abiertos —estas fantasías —, son parte de nuestra salud sexual. Se puede incluso pensar, que son un termómetro, en relación al erotismo que tenemos con nosotras mismas, y con la pareja. Podemos entender que cada una, tiene una vida interna dentro de la cual, las fantasías y los sueños, van nutriendo nuestras expectativas, además de mantener viva la llama del deseo. Por lo tanto, podemos referirnos a que existen fantasías que solo dependen de cada una, y otras que se pueden generar en conjunto con nuestra pareja.
En tiempos recientes, debido al uso masificado de las redes sociales, existen una serie de fantasías sexuales prefabricadas, que continuamente se nos ofrecen. Si bien es cierto, nos dan la oportunidad de disfrutarlas, pero pareciera que nos orillan a creer que solamente pueden vivirse así. Frente a ello, la creatividad individual permite añadirle elementos que le den un sabor propio a estas fantasías, ya sea sola o acompañada.
Algunas de nosotras consideran que existe algún problema, debido a que las fantasías o sueños, son mínimos o nulos, si ese fuera tu caso, habría que identificar, si hay alguna incomodidad o cansancio que te impida fantasear. Otras, tienen la duda de que, si se sueña con situaciones de sumisión o parecidas, implica que hay algo mal. La fantasía es un lugar seguro, puesto que permite desde la seguridad, disfrutar diversas experiencias, que no necesariamente consideramos hacerlas realidad.
Para leer más:
Zurbriggen, E. L. & Yost, M.R. (2004). Power, desire, and pleasure in sexual fantasies, The Journal of Sex Research, 41:3, 288-300, DOI: 10.1080/00224490409552236